viernes, 12 de octubre de 2012

Aire Soy ~ ~




Lilith era una persona extraña, impredecible, jamas pude adivinar cual seria su siguiente paso, ni siquiera cuando dormíamos juntos. Era una de esas mujeres peligrosas, pero la amaba, la amaba más que a mi vida. La noche que la conocí estaba sentada en uno de los jardines de la ciudad, primero llorando desconsolada y en unos minutos riendo como una loca, tuve un gran deseo de acercarme y preguntarle que le sucedía,  si podía ayudarla, pero algo más fuerte me detuvo y le susurro a mi conciencia que no era el momento indicado para cruzar palabra con esa mujer tan extraña.

Me distraje unos segundos cuando me percate que había una hermosa luna llena y para cuando regrese la mirada a donde ella estaba sentada ya había desaparecido, gire la vista por todas partes y Vuala!!, me la tope trepando por la enredadera de un convento;
-Esa chica no puede ser una monja- pensé mientras la veía brincar a la copa de un árbol que estaba dentro del convento, -¿Se abría escapado?- ¿pero entonces porque volvía? me pregunte. No podía encontrarle sentido a lo que esa chica estaba haciendo, aunque claro, lo único razonable que se me ocurría era que ese lugar ya no fuera mas un convento sino un manicomio.

- Adan.


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La primera noche que estuve fuera una ola de sentimientos arraso con mi ser, una parte de mi estaba llena de miedo y la otra se sentía tan excitada que no deseaba volver por ningún motivo. Estaba tan confundida que lo único que pude lograr fue sentarme en una de las bancas del jardín que estaba cruzando la calle, sin que pudiera evitarlo las lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos, y con la misma rapidez que llegaron se fueron para dar paso a un ataque de risa, -a esto le deben llamar ser bipolar- me dije.

 Había una hermosa Luna en el cielo, verla me hizo mas difícil la decisión de regresar al internado, en el fondo sabia que no era prudente salir a pasear por la ciudad de buenas a primeras, había escapado por puro impulso, y quería tener el privilegio de poder volver a hacerlo! Me levante y comencé a trepar por la enredadera que me ayudo a bajar, cuando llegue al final de la barda y regrese al roble del jardín, se me ocurrió echarle un vistazo a la ciudad, y para mi sorpresa un hombre me estaba viendo regresar al internado....


*Fragmentos del Diario de Lilith.